La ginecomastia, un problema cada vez más frecuente

La ginecomastia es el agrandamiento excesivo de una o de las dos mamas en los hombres. En muchos casos tiene que ver con la existencia de un exceso de prolactina en sangre (hiperprolactinemia) pero puede haber otras causas que estén provocando una mayor secreción de estrógenos en el paciente.

Cuando se habla de operaciones estéticas de pecho, es inevitable que a la mente se nos venga la idea de una mujer que desea estar más a gusto con su talla, ya sea para aumentarla o para disminuirla, y pasa por el quirófano. Y sí, es cierto que eso es lo que ocurre en la inmensa mayoría de las ocasiones, pero no podemos olvidarnos de ese pequeño porcentaje de casos en los que es el hombre el que se decide a someterse a una intervención quirúrgica para cambiar el aspecto de su pecho.

Tras un estudio realizado por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), se concluyó que en nuestro país se realizan más de 8.000 búsquedas al mes sobre la ginecomastia en internet. Datos más que suficientes como para recapacitar y dar la importancia que corresponde a un problema del que cada vez encontramos más casos.

La ginecomastia es el agrandamiento excesivo de una o de las dos mamas en los hombres. En muchos casos tiene que ver con la existencia de un exceso de prolactina en sangre (hiperprolactinemia) pero puede haber otras causas que estén provocando una mayor secreción de estrógenos en el paciente. Es lo que sucede, por ejemplo, con muchos culturistas cuya ingestión de esteroides anabolizantes acaba provocando en ellos un desequilibrio hormonal, disparando el número de estrógenos (hormonas femeninas) en relación al de andrógenos (hormonas masculinas). La buena noticia es que si la ginecomastia ha sido provocada por el consumo de algún tipo de sustancia (ya sean anabolizantes, fármacos o drogas ilegales), normalmente es suficiente con detener su ingesta para que los efectos causados por ella desaparezcan en el plazo de un año.

Pero hay veces en las que esto no es suficiente y el excesivo tamaño de las mamas masculinas no desaparece. Es entonces cuando hay que recurrir a la vía quirúrgica. En aproximadamente la mitad de los casos la patología es leve, con lo que la solución pasa por una simple liposucción donde se extraiga una cantidad de grasa suficiente como para que el cuerpo recupere su forma normal. Si el cuadro es un poco más serio, se suele recurrir a una pequeña mastectomía, extrayendo parte de la glándula mamaria a través de una incisión en la aréola. En los casos más graves (aproximadamente uno de cada diez), se realiza una mamoplastia de reducción, haciendo desaparecer la piel, la glándula mamaria y la grasa no deseada aplicando previamente anestesia general en el paciente.